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Regulación, Inversión, Tecnología y Talento: las claves para un país FinTech

Eric Ries, el padre de la metodología Lean Startup, definía una Startup como aquella empresa incipiente apoyada en la tecnología con un modelo de gran crecimiento y escalable, que se mueve en entornos de alta incertidumbre. Si a esta definición le añadimos la generación de nuevos productos o servicios financieros, tendríamos ya una startup FinTech.

Lo más interesante de este tipo de compañías es que generan un grandísimo valor para la sociedad siendo un catalizador de emprendimiento, creando empleo de alta calidad y desarrollando la innovación tecnológica en aquel sector en el que desempeñen su actividad. Son, sin duda, un driver de creación de empleo. No podemos olvidarnos que hay una relación directamente proporcional entre la innovación y el empleo de un país. Cuanta más innovación se es capaz de generar, menor desempleo.

España, que hoy sigue estando entre los países con mayor paro de Europa, sí cuenta con un talento innato en términos de innovación. Lo que ocurre es que la cultura anti-emprendimiento heredada, acompañada de un entorno normativo adverso, pesa mucho para que los empleados por cuenta ajena o desempleados se lancen a emprender y crear su propias startups. Pensemos que hoy el sector financiero emplea directamente a más de 200.000 personas y que desde el año 2008 el sector ha perdido alrededor de unos 70.000 empleos. Esto debería de ser un importante caldo de cultivo para el lanzamiento de startups FinTech.

Pero, ¿qué se necesita realmente para crear un ecosistema de emprendimiento FinTech español? ¿Qué medidas deberíamos tomar para, no solo crear innovadores aquí, sino atraer a los que se han ido en los últimos años?

La respuesta no es trivial, pero la clave está en crear ecosistemas integrados y apoyados por administraciones públicas, empresas privadas y asociaciones, que tienen que trabajar en tres aspectos principales para su puesta en marcha:

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Regulación

La regulación que hasta ahora ha podido entenderse como una barrera de entrada de competidores en el sector financiero, se va a convertir en una ventaja competitiva para dinamizar el sector financiero, cada vez más abierto y global. Algunos países, como ha sido Reino Unido y su FCA, han sabido aprovecharla, y desde 2014 ha conseguido ser el gran polo FinTech a nivel mundial absorbiendo el 60% de toda la inversión europea en startups de este tipo. Por este motivo, la regulación de los nuevos modelos de negocio como son el crowdlending o el equity crowdfunding, la agilidad en el acceso a todas las actividades financieras y la supervisión adaptada a los nuevos tiempos, será diferencial para que un país pueda liderar de verdad la innovación financiera en su entorno competitivo. Por este motivo, iniciativas como la lanzada recientemente por la Asociación Española de Fintech e Insurtech para elaborar un Libro Blanco Regulatorio a través de un proyecto de Crowdfunding, son una palanca totalmente necesaria para permitir a las distintas autoridades entender las necesidades del sector y así promover una adaptación regulatoria a las Fintech que desarrollan actividad en España. Y parece que va en camino, puesto que por parte de entidades supervisoras como la CNMV ha puesto ya en marcha un buzón FinTech y un Sandbox regulatorio.

 

Inversión

En España apenas hay seed capital, entre 0 y 5 millones de euros, importe que estiman las grandes consultoras para las primeras rondas de inversión en este tipo de startups. Para las siguientes, el growth capital iría entre 5 y 100 millones. Está claro que en España las cosas están cambiando, pero hasta hace poco levantar más de 100.000 euros ya era toda una odisea. Y eso que el volumen invertido en estas compañías a nivel mundial ascendió en 2016 a más de 24.000 millones de dólares. Aunque no hay datos exactos de la inversión en nuestro país, podríamos hablar de importes unos 130 millones de euros en España en 2015 y algo aproximado en el 2016. Bonificar la inversión en este tipo de compañías no es más que permitir que flujos de capital vayan directamente a crear valor no solo para el inversor, sino para las startups y, en definitiva, para el país.

 

Tecnología

No olvidemos que la palabra FinTech llevan incluida la tecnología, por lo que sin ella estas compañías no serían posibles. Si bien la tecnología debe de ser un medio más que un fin, hoy el Big Data Analytics, el BlockChain, el Cloud Computing o la Inteligencia Artificial, entre otras, son la base para un desarrollo FinTech de éxito. Y este punto está muy ligado al siguiente puesto que no solo es necesaria la tecnología, sino además el talento tecnológico y su desarrollo. En este punto es vital contar con centros de innovación y desarrollo, no solo privados sino también públicos, puesto que es necesario desarrollar centros de trabajo y aceleración de startups FinTech apoyadas que apuesten por las últimas tecnologías digitales.

 

Talento

Hay que retener el talento nacional y evitar su continua huida. Pero también hay que atraer el talento internacional. España cuenta con un gran talento financiero y tecnológico y con escuelas de formación a la vanguardia mundial en el sector FinTech. De hecho, el IEB fue la primera escuela a nivel mundial que lanzó un Programa Directivo en Transformación Digital y FinTech hace ya 4 años. Además, contamos con un sistema financiero muy avanzado y que está liderando la transformación digital a nivel mundial. Esto hace que haya mucho talento disponible para emprender en nuestro país.

Con todo esto, es necesario lanzar iniciativas que permitan desarrollar ecosistemas colaborativos. Hoy en España apenas contamos con una aceleradora o incubadora verticalizada en FinTech, frente a países como Reino Unido con 11 o Alemania con 5. Esto hace que estos países empleen a más de 61.000 y 13.000 personas respectivamente en este sector, muy por encima de los 5.000 que hoy tiene España. ¿Cuánto talento sale del sector financiero con una gran idea y nos sabe por dónde empezar para ponerla en marcha? Es hora de coger el toro por los cuernos e impulsar desde los más altos niveles gubernamentales una apuesta por las FinTech para hacer que España, que ya esta en los principales rankings mundiales de este sector, sea la referencia y el puente entre Europa y Latinoamérica. De hecho ya se ha comenzado este camino con la Alianza FinTech Iberoamerica, cuya presidencia tendremos en España.

Así que no olvidemos que la regulación, la tecnología, la inversión y el talento son y serán las claves para que España siga liderando, como hasta ahora ha hecho, el sector financiero retail a nivel mundial.

 

Rodrigo García de la Cruz
CEO de Finnovating

 

Más información en el Anuario IEB Banca Digital y FinTech 2017 del IEB.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Completamente de acuerdo contigo Rodrigo gracias por tu labor en España y en los países de habla Hispana. Todos somos uno. We are all one. We can Do It. Business with Happiness. Negocios con Felicidad y Abundancia.

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